
Mientras los amantes trataban de separarse un grupo de gente se arremolinaba a la puerta de la casa para presenciar el momentazo. Ante la impotencia de la policía para separar a la pareja, se llamó a un sacerdote, que merced a sus rezos logró desunir a los dos adúlteros. Finalmente el hombre se vio obligado a pagar al marido una multa por el adulterio
Anda que tiene tela el tema jajajaj Vaya risas¡
ResponderEliminarY tanto jijijijijjijijij
EliminarY TODO EL PUEBLO MIRANDO¡¡ QUE COÑA¡¡
ResponderEliminarpasen la pauta para poder desenmascarar a los adulteros
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